Bichos seleccionados



No soy amiga de los bichos, quizá por eso los observo tanto. No quiero tenerlos cerca de mi cuerpo, pero invierto horas en mirar documentales para ver qué es de su vida y de la nuestra. Cuando veo un libro sobre bichos también siento una predilección mayor, una invitación a seguir inspeccionando su/nuestro mundo. Desde que empezó este año me vi sometida a situaciones absurdas con diferentes insectos: por ejemplo, un abejorro salvaje me picó el ojo la noche de año viejo y hace poco una gata peluda durmió en la almohada de mi hijo toda una noche y luego lo picó. ¿Cómo llegó ese bicho a su cama? ¿Debo decir qué pasó esa noche? Nada muy fuera de lo común, cenamos y después le leí un libro antes de dormir. ¿Que qué libro? Ah, sí, ¡Vecinos bichos! Y yo, que no puedo ser menos trágica de lo que soy, y no puedo dejar de buscar señales que unan la ficción y la realidad, me siento maravillada (y horrorizada) por estos sucesos. Entonces, acá estoy con tres bicholibros preciosos por su calidad textual y edición.

Vecinos bichos[1], novedad 2019 de la editorial Norma con texto de Laura Wittner e ilustraciones de Pablo Picyk, recrea escenas cotidianas en la casa de Milena con una especie de zoom: los bichos aparecen en la alacena, en un sweater, en las macetas, y son tan cohabitantes de su hogar como su papá. El humor también se hace presente: a medida que los versos avanzan, los encuentros con los insectos se tornan cada vez más absurdos.

“El papá de Milena compra harina
y lo guarda en un frasco en la cocina.

¿Cómo un frasco cerrado con cuidado
todo un clan de gorgojos ha criado?

(...)

En las noches de verano, Milena
sale al jardín a ver la luna llena.

Y a conversar con sus nuevas vecinas:
dos o tres cucarachas argentinas.”



Detalle de la edición: el texto está en imprenta mayúscula. Detalle de las ilustraciones: hay sorpresas en cada rincón. Un hombrecito minúsculo y misterioso, más pequeño que los insectos,  acompaña cada página. A veces está recostado sobre una planta, otras abre su paraguas para que el líquido de una jarra no lo moje. ¿Será una especie de bicho no clasificado aún?

Eloísa y los bichos[2], texto del escritor colombiano Jairo Buitrago con ilustraciones del artista peruano Rafael Yockteng, es un libro álbum que se destaca por la sencillez y la profundidad de la historia, así como también por la multiplicidad de bichos ilustrados a puro detalle y color. En su breve texto, el libro narra una historia de dolor y aprendizaje. Eloísa y su papá han llegado a una nueva ciudad, dejando un pasado doloroso atrás. Las ilustraciones acompañan y a la vez multiplican el sentido del texto. Los bichos, que al principio parecían amenazantes, poco a poco se entrelazan con la vida de los dos personajes. Cuando lo ajeno nos resulta amenazante, quizá un buen camino sea conocerlo: “... algunas veces nos perdimos en la ciudad. Pero así aprendimos a conocerla”. Me gusta que el acto de “perderse” abra la posibilidad de un encuentro. Eso es Eloísa y los bichos, un encuentro después de un dolor, un encuentro con otrxs, tan bichxs como unx.



El hilo invisible de la naturaleza[3], textos de Gianumberto Accinelli e ilustraciones de Serena Viola, narra de forma magistral diecinueve historias que tienen como protagonistas seres vivos de todo tipo: una mariposa que salva a Australia; el escarabajo, nada más y nada menos, héroe para el Antiguo Egipto; abejas africanizadas con espíritu agresivo y, por supuesto, seres humanos. De una manera u otra, el final en cada historia es casi trágico ya que revelan las desgracias de este mundo cuando hombres y mujeres intervienen de manera negativa en el medio natural. Cada relato se teje al otro –un hilo visible recorre delicadamente las páginas del libro, uniéndolas -, una trama que demuestra lo circular en la vida de las especies. Todas las historias son increíbles, pero reales: datos científicos son revelados por Gianumberto Accinelli con una prosa narrativa delicada y llena de imágenes. Libro ideal para curiosxs feroces y fanáticxs del bicherío.



Entonces, ya sabés, la próxima que encuentres un “bicho de vecino”, prestá atención: seguramente hay una nueva historia para contar.




[1] Vecinos bichos, Laura Wittner. Ilustrado por Pablo Picyk. Ediciones Norma. Colección Buenas Noches. Buenos Aires, 2019.

[2] Eloísa y los bichos, texto de Jairo Buitrago e ilustraciones de Rafael Yockteng. Calibroscopio.  Buenos aires, 2013.

[3] El hilo invisible de la naturaleza, textos de Gianumberto Accinelli e ilustraciones de Serena Viola. Libros del Zorro Rojo. Buenos Aires, 2018.

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